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¿Que hacer cuando el talento y el profesionalismo no van de la mano? Esta es una duda por la que todos los managers pasamos y lamentablemente, no siempre tenemos la respuesta.

Martín Ibon es parte de lo que en los pasillos del club llamamos, la generación dorada, una camada de juveniles que hoy ya tienen entre 19 y 20 años, de los cuales 6 ya se han instalado firmemente en el primer equipo de Doble A.

De esta camada, Martín es el más joven y el más talentoso, pero también el más problemático.

Dentro de la cancha, Martín es un ganador, contagia con su actitud, es un líder positivo, enfrenta de igual forma a un delantero hiper maxeado de 6° división, como a un sueco lleno de pelotitas y títulos en una Copa Oficial.

En los picados de entrenamiento, Martín es igual, no tiene problemas en meterle fuerte al capitán del equipo Remigio Luken o en irle desde atrás a Paulino Cordarell, su compañero de habitación en las concentraciones y con quien convivió en la pensión del club.

Fuera de la cancha, Martín es irreverente, un rebelde constante, amante de la noche y con poco apego al entrenamiento físico.

Sus compañeros de generación, tienen entre 37 y 39 bolitas, entrenan a buen ritmo, se cuidan y aprovechan el CE a full, ganando 3 bolitas como minino cada vez que lo usan.

Martín en cambio, solo tiene 33, entrena mucho más lento que ellos, durante su último CE se escapo varias veces por la noche para ir a bailar a Esperanto, donde tiene una mesa vip reservada, gano solo 2 bochas, en Velocidad y Control, la habilidad que quedo en blanco fue obviamente resistencia.

En el CE, cuando todos sus compañeros entrenan al 80 %, el lo hace al 50%, pero Martín no es tonto, tira de la cuerda porque sabe que puede hacerlo, es el único de esa generación que llego a 9 en su habilidad principal, todos los demás maxearon en 8, además sabe que con sus maxeos en velocidad y resistencia todavía en veremos (tiene 6 y 6 y no maxea) no es fácil mandarlo al mercado, más aun teniendo en cuenta la situación del club.

Con un ascenso a 5° en el bolsillo y sin dinero en la caja para refuerzos, el club necesita la mayor cantidad de futbolistas a disposición para intentar mantenerse en la categoría.
Hasta donde llegara con esta actitud Martín, no lo sabemos todavía, solo sus maxeos en el futuro lo decidirán, por ahora es uno los jóvenes más prometedores del club, tal vez la 5° división, un nivel más competitivo lo haga cambiar y entrenar a conciencia, o tal vez deba dejar para siempre el club que lo vio nacer.

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