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Si el reporte fuera una persona, seguramente diríamos que es un tipo frió, sin sentimientos y que hace su trabajo sin importarle los sueños y sentimientos de los jugadores que quieren triunfar en MZ.
Cuando uno conoce la historia de Remigio Urtun, solo se puede pensar que el reporte es sádico.
Remigio siempre quiso jugar al fútbol, a los 15 llego como juvenil a un reconocido equipo que hoy milita en Primera División.
Cuando le preguntaron de que jugaba, Remigio no dudo, “adelante” dijo.
Comenzó a entrenar remates, Remigio era feliz, no había noche que no soñara con vestir la camiseta de su club y se imaginaba colgado del alambrado festejando goles con su hinchada.
Sin embargo, todos sabemos que en estas historias siempre hay un pero, cuando Remigio llegó a 5 pelotitas el reporte dijo basta.
Remigio sintió que su mundo se venia abajo, que su sueño se terminaba, pero recibió una palmada afectuosa de su técnico y comenzó a entrenar control con la idea de que fuera volante.
Era joven, apenas 17 y un futuro por delante, Remigio quería jugar, no importa donde, solo imaginaba su futuro jugando al fútbol.
Pero el reporte se ríe de los sueños y otra vez le dio una cachetada a la esperanza de Remigio, nuevamente en 5 Remigio volvía a maxear.
Ahora estaba ante su ultima chance y lo sabia, entradas era la última oportunidad para convertirse en un jugador de fútbol que tenia, no era lo suyo pero lo intento.
Remigio entreno, con lluvia, calor, frío, callaba lesiones para no perder entrenamientos.
Un jueves a la mañana su técnico lo llamo aparte después de un entrenamiento, no hizo falta que hablara, su cara lo decía todo, Remigio sabia que había maxeado de nuevo, “otra vez en 5” pensó, le dijo a su técnico que tenia que haber un error, no podía maxear en todas las principales en 5.
“Tendrías que haber sido arquero Remigio” le dijo, ahí Remigio comprendió que su carrera había terminado, ya no era tan joven, ahora tenia 19 años y atajar es una habilidad que lleva mucho tiempo.
Remigio fue despedido, los maxeos no lo hacían viable en el mercado, no discutió ni pidió oportunidades, tenia orgullo y acepto la decisión pero se lleno de rencor y odio hacia su técnico.
“Tendría que haber usado el YP” se decía para sí, “el YP se lo hubiera dicho” pensaba una y otra vez, Remigio juro vengarse, era joven para la vida aun y decidió estudiar, se recibió de abogado en la UBA y comenzó a trabajar en una empresa prestataria de servicios públicos, en la parte de legales.
Hace poco pudimos saber que Remigio llevo a cabo su venganza, provoco un incendio en la casa de su antiguo técnico provocando daños en artefactos como, TV, DVD, microondas, etc.
Quienes lo conocen dicen que este es solo el principio, el nombre de técnico y el equipo donde jugaba Remigio es un misterio.
Solo tenemos un dato para intentar armar este rompecabezas, Remigio trabaja en EDESUR.

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